La utilización de elementos tradicionales como el mortero de cal, la madera y la piedra nos permiten reinventar los interiores de la arquitectura tradicional mediterránea y transformarla en espacios domésticos contemporáneos.
La idea se traslada desde los espacios interiores más privados hasta las zonas exteriores y comunes, que se funden con el paisaje, de forma que el habitante viva en todo momento una experiencia única y homogénea.
Todos los espacios están pensados al detalle con mobiliario de obra y madera, tanto en zonas comunes como dormitorios y baños. Los espacios exteriores cubiertos y el paisajismo son una parte esencial de la vivienda, dotando a la misma de diferentes zonas de estancia y ambientes para aprovechar la villa durante todas las fases del días así como todas las épocas del año.